Está pensado para ofrecer entretenimiento multimedia en el salón de casa. Esto requiere diversas adaptaciones al ordenador corriente
- Debe ser silencioso.
- Debe tener una carcasa más propia de electrodoméstico que de un ordenador personal, o al menos, pasar desapercibido.
- No tiene teclado ni ratón.
- Cuenta con un mando a distancia que funciona por infrarrojos
- Puede tener una pequeña pantalla LCD para mostrar la información básica.
- Suele tener una tarjeta de captura de televisión.
- Debe tener de sonido digital 5.1 o 7.1.
- Debe tener soporte nativo para la reproducción de contenido en alta definición, como lo son 720p o 1080p.

Por estos motivos suele tratarse de ordenadores pequeños: barebones o equipos con placas base mini-itx o micro-atx.
Existe multitud de software multimedia para estos equipos, que generalmente cumplen estas funciones:
- Biblioteca y reproductor de música (CD, MP3, etc.).
- Reproductor de video, DVD y Blu-ray.
- Visualizador de álbumes fotográficos.
- Grabación de programas de tele

Otras funciones auxiliares son:
- Lanzador de videojuegos, generalmente emuladores de videoconsolas.
- Navegador Web.
Los HTPC ahora son mucho más que simples reproductores multimedia.
Del cine, las series y la música hemos pasado a equipos mucho más completos capaces de llevar al salón muchos de los servicios que antaño sólo disfrutábamos en un escritorio, en un ordenador 'clásico'.
El juego en el HTPC
Es una posibilidad que ya existía en el mercado, pero que este año crecerá enormemente gracias a los nuevos formatos y el nuevo software que veremos a lo largo de 2014. Equipos más potentes con Windows o con sistemas específicos para el juego como Steam OS, los HTPC han cambiado de rol para ser mucho más que simples equipos multimedia.
Todo empezó con lo multimedia
Tenemos que remontarnos al cambio de siglo para ver los HTPC del mercado. Por entonces eran máquinas creadas de forma casi artesanal por los usuarios más avanzados que buscaban una alternativa a su PC de escritorio o portátil. ¿La misión? Reproducir contenido digital, principalmente audio y vídeo. Formatos como DivX pusieron de la mano de los usuarios la posibilidad de crear o descargar el contenido y posteriormente visionarlo a través de un segundo equipo lejos de su ordenador principal, como por ejemplo en la Xbox 360.
El vídeo siempre ha sido uno de los principales puntos de apoyo de la tecnología en el salón. Con el paso de los años también han ido llegando otras posibilidades, como la de servidor de información para el resto de dispositivos del hogar o un servicio de descargas P2P. Lo que inicialmente eran ordenadores de grandes dimensiones -- o, al menos, muy parecidas a las de un ordenador de sobremesa estándar -- también sufrieron una drástica reducción en el tamaño hasta el punto actual, que muchos incluso entran en la palma de la mano.
Las nuevas posibilidades: es la hora de los SFF
Han pasado ya más de diez años desde entonces y ya se sabe que ese tiempo en tecnología puede ser una eternidad. El mercado ha cambiado radicalmente, motivado por varias razones: por un lado, el contenido procede de Internet y está en alta definición, un formato completamente asentado y que ocupa una buena parte del espacio de nuestros discos duros. Por otro lado, el hardware ha evolucionado de forma muy significativa hasta tal punto que ha renovado completamente la forma en la que vemos los HTPC. En palabras de Jose Manuel Esterlich, 'Tendero Digital' de Al otro lado del mostrador:
Si tengo la base, Windows y Steam son los elegidos
Hablábamos de los SFF como una evolución de los HTPC, mencionando que el aspecto vital de su existencia es su importante evolución en términos de rendimiento. Y no podemos restar importancia al software dentro de este segmento. En el salón hay varios que se han posicionado como los reyes.
Si nos montamos un SFF y lo colocamos en nuestro salón seguramente será porque estamos pensando básicamente en dos sistemas operativos: Windows de Microsoft y Steam OS de Valve.
A Windows lo conocemos todos. Es a día de hoy el sistema operativo en el que existe el mayor catálogo de aplicaciones disponibles, con gran importancia en los videojuegos. Prácticamente todos los videojuegos que se lanzan en el mundo tienen versión Windows. En otras palabras: si lo que quieres son títulos modernos y punteros, en un SFF con Windows lo podrás hacer.