Guia de modding
Los componentes adecuados
El primer paso a dar es la elección de los componentes. En este punto, tienes que saber cuáles son tus necesidades actuales y a medio plazo, ya que así podrás elegir un chasis capaz de albergar las futuras ampliaciones del equipo.
Lo ideal es que la caja esté diseñada en formato torre, permita trabajar con placas ATX, tenga cabida para bahías (externas como internas) de 5,25 y 3,25”, así como que reserve su parte inferior para la instalación de una o más fuentes de alimentación. Pensando en el futuro, debería incorporar opciones de ampliación con soporte de tarjetas gráficas de alta gama, mientras el apartado de conexiones tendría que estar formado por puertos USB 2.0 y 3.0, así como por salidas para audio y vídeo.
Sin embargo, el que quiera tiene la opción de fabricarse su propio chasis. Con las herramientas propias del modding (dremel, caladora, lijadora, fresadora, amoladora pequeña, decapadora…), será posible crear un chasis de la nada y con los más dispares materiales (madera, metacrilato, metal, fibra de vidrio…); o incluso a partir de otros objetos que no estaban ideados en su origen para albergar una CPU.
Como ejemplo tenemos el de unos chicos que montaron en la Campus Party de 2006 el Atomium de Bruselas. Cada una de las bolas del monumento (de cuatro o cinco metros de altura) albergaba un ordenador. Y, al año siguiente, el mismo equipo construyó un Tetris gigante en el que cada pieza era un ordenador.

La refrigeración es clave
Tras elegir los componentes, hay que tener en cuenta un molesto problema: la energía que desprenden estos en forma de calor.
La refrigeración liquida es la mejor elección, porque tiene mayor capacidad de conducción del calor. De esta manera, los sistemas deben contar con varios componentes básicos: el bloque de agua (aplicado a los procesadores), el circuito formado por los tubos, la bomba que genera la circulación del líquido, el radiador y los ventiladores que lo enfriarán.
En caso de querer refrigeración extrema, es conveniente emplear placas peltier. Con estos sistemas, conseguimos enfriar el ordenador en su conjunto. Existen kits de refrigeración para el microprocesador que pueden tener un precio desde los 65 hasta los 400 euros. Pero si ya eres todo un experto, puedes optar por comprar los elementos por separado (bomba de agua, tubos…) y crear tu propio sistema de refrigeración.

Además de prestar atención a los sistemas de refrigeración del microprocesador, es conveniente tener en cuenta que todos los componentes que conforman un ordenador están pensados para trabajar en un rango más alto de temperaturas. Los chips de la tarjeta gráfica o la memoria de un equipo pueden alcanzar temperaturas inapropiadas, ya sea porque se sobrecarga de trabajo al componente o porque no haya una circulación de aire adecuada en el interior. Desgraciadamente, la mayoría de fabricantes de PCs no tiene en cuenta estos parámetros y, en la mayoría de los casos, tendrá que ser el usuario el que tenga que resolver estas cuestiones.
El abanico de soluciones pasa por la ventilación por aire, colocando ventiladores extras de diferentes tamaños y colores (debido a la vistosidad que dan a la caja este tipo de componentes). El precio varía según la medida de los ventiladores, pero suelen valer entre 5 y 10 euros para los de una medida de 80 mm y a partir de los 20 euros para los de 140mm.
Otra solución complementaria pasa por los disipadores de calor específicos para cada componente (procesador, chipset, discos duros, tarjetas...)
Los periféricos
Parte importante del modding es también la relacionada con los periféricos. De hecho, no se aconseja renunciar a la calidad del ratón y el teclado, sobre todo a los apasionados a los juegos. Por ejemplo, los ratones suelen incorporar más botones con nuevas funciones, opciones multitouch y diseños originales. Su precio va desde los 40 hasta los 100 euros.
En cuanto al teclado, puede ser más grande de lo habitual al incorporar teclas que le añaden nuevas funciones o que permiten acortar la ruta de los teclados convencionales. Aquí el abanico de precios es también amplio y podemos encontrarnos teclados desde 40 hasta casi 200 euros con características que van desde el diseño ergonómico para apoyar las manos hasta la expulsión de aire para refrigerarlas, o que contenga más conexiones USB de las que ofrezca la torre, así como retroiluminación por LED para ver mejor las teclas.
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